domingo, 2 de noviembre de 2014

56. Un llamado desesperado.

Me encontraba caminando hacia el ÚNICO teléfono en todo el campus.
Así es, solo uno. Con el cual solo te permiten hacer una llamada por mes. Es algo... Cruel, por asi decirlo. A diferencia de mi, hay gente aquí que tiene una familia, una madre y un padre, que están al pendiente de ellos y que los extrañan ¿Como pueden permitirles solo una llamada al mes? Ahora entiendo por que tantos chicos están tan depresivos como yo. Bueno... A decir verdad, lo mio no es depresión. Solo enojo y soledad, creo. 
En fin. Todavía no se por que gastare esa llamada. ¿A quien voy a llamar si mis hermanos y amigos están aquí?  O... No.
Necesitaba hablar con alguien que no fuesen mis hermanos, por un día al menos.
Por mas antisocial que pareciera, tenia opciones, mas de las que recordaba. Estaban Silver, Blaze, Rouge y Knuckles afuera de este apestoso lugar. Supongo que podría ponerme en contacto con alguno de ellos.
Llegue a una habitación que se encontraba separada del edificio. Era pequeña, de 4 paredes, sin ventanas ni siquiera pintura, solo tenia una puerta y dentro estaba el teléfono. 

"Sea quien sea el arquitecto que diseño esto, tiene muy mal gusto."

De allí adentro salio una chica cualquiera (no voy a dar detalles ya que al cabo no es importante) con los ojos llorosos. Al parecer había estado hablando con su familia y le había entrado la nostalgia.
Entre, cogí el tubo. Tuve que hacer un gran esfuerzo por recordar el numero de Knuckles. Cuando por fin lo logre, simplemente marque y espere. 
El sonido de la linea la verdad me ponía histérico, ademas se sumaba el hecho de que literalmente estaba encerrado en una habitación completamente pequeña, y no es que sea claustrofobico, pero prefiero los espacios mas libres y abiertos.
Cuando por fin sentí que alguien levanto el tubo, suspire aliviado. 
Del otro lado, contesto la voz del equidna rojo.

Knuckles: ¿Hola?

Sonic: Hola, Knux

Por un momento se quedo callado. No puedo creer que reconozca mi voz aun después de tanto tiempo sin contacto. 
Volvió a hablar, pero esta vez parecía algo molesto. 

Knuckles: Así que recién después de tanto te dignas a llamar, ¿eh?

Sonic: Ya, tranquilo, no te enfades, viejo.

El equidna no pudo evitar reírse. 
Cuando eramos niños, yo solía llamarlo viejo, teniendo en cuenta que el era mayor que yo, solo para molestarlo, y el me respondía llamándome "enano llorón".
Creo que aun recordaba eso.

Knuckles: A ver, ¿que paso que se te dio por llamarme, enano llorón? 

Sonic: Em... Necesito tu ayuda...

Knuckles: Ya veo, cuando necesitas un favor te acuerdas de mi, ¿no?

Sonic: ¡ES ENSERIO KNUCKLES!

Había subido mi tono de voz, me exasperaba que me tomara el pelo, sobretodo ahora que realmente necesito ayuda. 

Knuckles: ¡Bueno ya, tranquilo! ¿Que ocurre? -dijo un tanto preocupado.

Sonic: Necesito... Que me saques de aquí...

Knuckles: De aquí ¿donde?

Sonic: Un reformatorio. Se llama Sword & Cross.

Knuckles: Umm... Nunca lo había oído nombrar. ¡Espera, espera! ¿Que haces en un reformatorio?

Sonic: Nos habían dicho que era una escuela. Fue solo un engaño -trate de sonar triste para apelar a su lastima.

Knuckles: ¿Y por que no le dices a Shadow?

Sonic: Por que el esta aquí conmigo.

Knuckles: ¿Entonces por que quieres que te saque de ahí si el esta allí? -no entendía la gravedad del asunto.

Sonic: ¡Por que ya no lo soporto mas!

Intente que el jueguito de la tristeza y la voz llorosa solo fueran herramientas que utilizara para que se compadeciera de mi y me ayudara, pero la conversación comenzaba a ponerse tensa, sobretodo al recordar las cosas que me habían pasado allí, haciendo que esas "herramientas" se volvieran en mi contra y lograran hacerme soltar unas lagrimas. 

Sonic: Knucles, te lo pido. Sácame de aquí... -mi voz se entrecorto, no pude seguir.

Knuckles: Ya, tranquilo -trata de calmarme- Escucha, si Shadow también se tomo la molestia de meterse a un reformatorio a hacerte compañía, debe de tener sus motivos. Seguro es por tu bien.

Sonic: ¡No! Knuckles, ¡por favor! -mi voz temblequea- ¡SÁCAME DE AQUÍ!

Ante este último intento de rogarle que me sacara de ese asqueroso lugar, mi voz termino de quebrarse. Me recargue sobre la pared y después me fui dejando caer hasta quedar sentado en el piso aun con el tubo en mi mano. 
Simplemente, deje fluir mis lagrimas.
Hace mucho tiempo que no me desahogaba. 
La ultima vez, creo que fue cuando tuve esa horrible visión y vi por primera vez a ese tal Judas (Cap. 51).

Knuckles: Sonic ¡SONIC!

Escuche su voz llamándome desde el tubo. Reaccione. 

Sonic: Sácame... 

Knuckles: *suspira* Um... Bien, veré que puedo hacer. 

Sonic: Gracias -dije algo aliviado.



"Gracias a Chaos, Knuckles. Eres mi única esperanza ahora. Se que mis hermanos no me dejaran ir, pero no pueden retenerme. Haber llegado a este maldito reformatorio fue lo peor que me pudo pasar. Desde que estoy aquí, tengo mas problemas que nunca. DEBO SALIR DE AQUÍ, ANTES DE PERDER LA POCA CORDURA QUE ME QUEDA"